Los niños y niñas con condición espectro autista (CEA) acostumbran a manifestar problemas médicos difíciles de diagnosticar, puesto que la ansiedad y estado de pánico que muchos presentan ante las pruebas médicas, complica el chequeo para averiguar qué puede estar sucediendo en su interior. Uno de los desafíos más habituales tiene que ver con dificultades en el sistema digestivo, hay un alto índice de menores que no logran evacuar bien con regularidad, esto puede traducirse en mal olor de aliento, dolor abdominal, estreñimiento y diarrea.
El control de esfínteres es un aprendizaje que los niños y niñas suelen adquirir, en promedio, entre los 2 y 3 años. Sin embargo, en el caso de las personas con TEA puede ser más complicado a causa de la rigidez cognitiva, dificultades comunicativas, hipersensibilidad, miedo al váter, entre otros. Por lo que necesitan de un terapeuta ocupacional que acompañe y guie en el proceso de aprendizaje de usar el váter como lugar adecuado de depositar sus necesidades.
Conociendo esta necesidad, TEAsisTO ofrece mentorías y formación a familias y profesionales, además de coordinación a asistentes personales que estén apoyando y acompañamiento a personas que están aprendiendo a ser más autónomos en sus actividades de la vida diaria.
Posibles causas de las dificultades de control de esfínter
Muchas personas con TEA controlan perfectamente sus esfínteres, pero presentan problemas relacionados con el uso del váter, como el miedo a ir al baño porque les preocupa sentir dolor, sentarse encima de un agujero, las salpicaduras de agua o no querer limpiarse con papel por hipersensibilidad.
Hay otros casos en los que prefieren optar por espacios alternativos donde se sienten más tranquilos y cómodos para hacer sus necesidades. También puede ocurrir que solo quieran utilizar pañal, o solo relajen sus esfínteres cuando están en casa.
Lo esencial en el momento de empezar de manera exitosa el aprendizaje es reconocer las señales de que el niño o la niña está preparada para ello. Ya sea permanecer seco durante varias horas, que muestre signos visibles de que se prepara para hacer sus necesidades y lo más importante, que se siente en el inodoro y permanezca tranquilamente durante unos segundos.
¿Cómo ayudar a tener el hábito?
La persona adulta que acompaña el aprendizaje debe tener un plan consistente sobre el uso del váter, es importante que cuente con un terapeuta ocupacional que asesore sobre los pasos a seguir. Algunas de las estrategias básicas que pueden contribuir a este proceso es utilizar material visual para poder comunicarle aquello que se desea enseñarle, y darle herramientas para que aprenda a ir de forma autónoma o que pueda pedirle al adulto que le ayude a cubrir sus necesidades (ya sean señas, gestos o pictogramas).
Identificar esos patrones que sugieran que el niño tiene ganas de ir al baño es primordial, así como crear horarios y rutinas para esta actividad. El uso de recompensas también puede ser una buena estrategia en la enseñanza.
Es necesario mantener una actitud tranquila y calmada para no generar miedo o ansiedad en la persona con TEA, ya que dificulta el proceso de aprendizaje. Este aprendizaje puede ser un desafío tanto para él o ella, como para la familia. Por lo tanto, el apoyo de profesionales puede ayudar a facilitar el progreso y así obtener resultados más rápidos y efectivos.
TEAsisTO es una empresa de servicio de terapia ocupacional enfocada en personas con trastorno del neurodesarrollo que no solo asesora a las familias con hijos neurodivergentes, sino también ofrece una plataforma de formación especializada sobre el TEA para profesionales, voluntarios, familias y asistentes personales.
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